El Conicet comprobó que las lámparas de secado de esmaltes de uñas modifican las moléculas de la piel
Lo confirma un estudio realizado por el CONICET. La exposición a la radiación UV de las lámparas de secado de esmaltes de uñas puede provocar daños en la piel.
30 de mayo de 2025 • 12:12
Los investigadores argentinos descubrieron que muchas partículas, entre ellas la enzima encargada de producir melanina, ven alteradas sus funciones - Créditos: Getty Images
La imágen es más común de lo que creemos. Numerosas mujeres cada semana asiste a centros de estética y casas particulares en busca de mantener el esmalte de sus uñas impecable mediante la manicura semipermanente.
Ahora, especialistas del Consejo Nacional de Investigadores Científicos y Técnicas (CONICET) confirmaron que exponer las manos a los efectos que puede provocar la radiación ultravioleta (UV) emitida por las lámparas de secado de esmalte de uñas puede traer consecuencias.
De este modo, los investigadores argentinos descubrieron que muchas partículas, entre ellas la enzima encargada de producir melanina, se pueden ver alteradas si se expone frente a estas lámparas.
Cómo comenzó la investigación del CONICET
La investigación del CONICET comenzó hace cuatro años, cuando María Laura Dántola, integrante de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA, Conicet-UNLP) se enteró de que sus alumnas se hacían esmaltante semipermanente con un dispositivo formado por una fuente de luz LED que permite un secado rápido y perfecto en pocos minutos.
En este sentido, es que Dántola comenzó a indagar en el proceso y en la frecuencia con la que sus alumnas se exponían a estos procesos. “Los primeros dispositivos de este tipo utilizaban radiación de tipo UVA y luego fueron cambiando a luz LED UVA visible, la misma región del espectro solar que llega a la superficie terrestre. Si bien es cierto que aquellas lámparas eran mucho más perjudiciales, en nuestra investigación probamos que igualmente las modernas provocan modificaciones químicas en moléculas de la piel, que están poco investigadas y mucho menos se advierten en el manual de uso del producto, que es de venta libre y a un costo muy accesible”, relata Mariana Serrano, también investigadora del CONICET en el INIFTA y autora junto a Dántola y otros colegas de este estudio científico.
Comprobaron que solo 4 minutos de una sesión basta para modificar las moléculas cutáneas debido a la radiación ultravioleta que reciben también los dedos - Créditos: Getty Images
El trabajo se publicó recientemente en la revista científica Chemical Research in Toxicology y de acuerdo a la especialista: “La preocupación se exacerba debido precisamente al uso indiscriminado de estos dispositivos, sin control alguno ni regulaciones que exijan a los fabricantes que informen sobre los eventuales riesgos de una exposición con alta periodicidad a este tipo de iluminación”.
El mecanismo observado se conoce como fotosensibilización e implica que, ante la exposición a radiación UV, algunas moléculas se transforman químicamente en otras que absorben luz y pueden inducir daño en lípidos y proteínas de la piel. Estos efectos, son similares a condiciones médicas como fototoxicidad, fotoalergias y, en algunos casos, cánceres cutáneos. Según comprobaron, el nivel de daño molecular es comparable al que puede causar el Sol en una jornada primaveral, a mediodía.
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