10 nuevas muestras de arte gratuitas que no podés perderte en mayo

Una carta de amor puede ser más que un gesto romántico. Puede ser una ofrenda, una despedida, una forma de militancia afectiva. Eso propone Gabriel Altamirano en esta muestra envolvente y exagerada -aunque no en una intensidad extrema-.

Con curaduría de Gastón Fournier, CURSI. Historias de Amor transforma el segundo piso de Milion en un espacio íntimo, de luces bajas, velas, rosas y bombones. Todo junto.

"El repertorio visual del amor merece ser reescrito desde sus formas más pop, empalagosas y profundas -señala el curador-. Esas que van de las rosas rojas al perfume de una carta escrita a mano, del bombón corazón al fuego de Instagram, en una balada que suena en loop, de Sandro de América, sin pedir perdón y en la melancolía intacta de un tango de Carlos Gardel".

El artista parte de lo cursi —esa sensibilidad muchas veces denostada— para reivindicarlo como lenguaje y acto político en obras de trazo blanco sobre lienzos de color donde los cuerpos perfectos evocan a dioses griegos y las marañas humanas moldeadas en alambre proyectan su sombra sobre una inmaculada pared.

Esta muestra es parte del ciclo Milion of Love, una propuesta del Club Social de Milion en colaboración con Grupo Love, para celebrar el amor sin vergüenza, sin medida y sin cinismo.

Una fusión entre arte pop, diseño y tecnología.

Edgardo Giménez nunca pasa inadvertido, y ahora, a los 80 años, redobla su apuesta siempre transgresora con una serie de obras digitales únicas generadas algorítmicamente.

Fancy Monas se logró combinando las obras de las monas de Giménez por un proceso que produjo 1942 variantes de monas coloridas y muy simpáticas que existen como NFTs físicos, cada una con un chip NFC integrado. Apoyás el celu en el marco de la obra y te brinda toda su información en tu pantalla, 

El proyecto contempla una vertiente de moda. Porque, además, incluye una línea de ropa diseñada por Giménez para Jazmín Chebar, con looks intervenidos por IA y expuestos también en vidrieras de la marca.

La estética es provocadora, divertida y nostálgica, y pone a Giménez en el centro de la conversación digital que nos empuja a co-crear y a redefinir los límites de la autoría exclusiva. 

A partir de una técnica milenaria japonesa, Nicola Costantino hace brotar hojas y flores de cerámica. A esta serie de obras que desarrolló a partir de la pandemia y que actualmente pueden verse en Home Hotel las bautizó Pardes que significa paraíso en hebreo antiguo.

Así, el hotel boutique que esconde uno de los jardines más lindos de Palermo Hollywood ofrece una florida muestra de piezas en las que se conjugan elementos naturales: agua, fuego y tierra.

La técnica ancestral oriental se llama neriage nerikomi y consiste en trabajar bloques de material con arcillas de distintos colores previendo la visual transversal que trazan ya que de allí luego salen "fetas" en las que se ven las figuras de las hojas y los pétalos. Es decir, no se trata de cerámica pintada sino de un proceso mucho más complejo. 

 

Marie Orensanz vuelve a la galería donde expuso por primera vez en 1986 -Ruth Benzacar.- con una muestra íntima y conceptual.

En Fragilidad, la artista trabaja con textos calados, esculturas, dibujos y objetos para hablar de lo efímero, de lo incierto y del potencial transformador de lo vulnerable. Así, la fragilidad se revela, no como debilidad, sino como una forma de sabiduría: un principio vital, una filosofía silenciosa que nos conecta con lo esencial. 

La exposición inaugura también la edición 2025 de NODO, el circuito de arte organizado por Meridiano. 

Una experiencia sensorial, hipnótica y casi meditativa. Así es la instalación site-specific que David Petroni presenta en Ungallery, donde invita a caminar entre estructuras textiles gigantes intervenidas con luz y color.

La propuesta inmersiva está integrada por una veintena de telas de tul microperforado de cuatro metros de altura, con diseños digitales realizados por el artista en iPad. Se pueden tocar y recorrer con itinerario propio.

También hay una serie de obras hechas con aerógrafo sobre papeles previamente abollados y luego alisados: superficies que conservan la memoria del gesto inicial, pero que ahora simulan un relieve óptico.

Completa la exposición una serie de cajas lumínicas que expanden la propuesta visual. 

El ojo y la tempestad cruza arte, ciencia y espiritualidad, generando un espacio de contemplación y asombro. La curaduría es de Eugenia Garay Basualdo y Alejandro Zuy

El legado de Benito Quinquela Martín se honra este mes en el Palacio Libertad (ex CCK) por partida múltiple.

Son tres las muestras a partir de la obra y de la vida de este gran artista argentino que tras ser abandonado de bebé, adoptado a los siete años y después de haber dejado la escuela, empezó muy tempranamente a trabajar en una carbonería de la Boca y a militar sus ideas sociales cuando era imposible imaginar aún que llegaría al mundo entero con su arte. 

En la Sala Inmersiva se recrea una experiencia audiovisual con proyecciones 360° y sonido envolvente. En loop se suceden sus paisajes portuarios. 

En paralelo, una muestra documental de Quinquela y el arte como práctica comunitaria rescata su trabajo social en La Boca.

El recorrido se completa con una intervención contemporánea de Alejandra Fenochio inspirada en su obra. 

¿Qué formas adquiere la memoria cuando se la confronta con el olvido? En Representar el silencio, el artista y cineasta español Nicolás Combarro trabaja con archivos, fotografías y modelos digitales para retratar espacios marcados por el horror: cárceles franquistas, centros de internamiento, campos de refugiados.

Sus obras, muchas intervenidas digitalmente o convertidas en animaciones 3D, invitan a pensar el pasado como una arquitectura silenciosa pero persistente.

La muestra que está organizada por el Centro Cultural de España en Buenos Aires se presenta en el MUNTREF – Hotel de los Inmigrantes, un edificio que también guarda memorias de exilio y desarraigo. 

En Versalles, su nueva exposición en el Museo Nacional de Arte Decorativo, Nahuel Vecino reimagina la historia de la pintura desde el sur del mundo.

Con humor, ironía y una paleta encendida, el artista cruza escenas mitológicas con repartidores de delivery, naturalezas muertas con guiños a Goya y De Chirico, y el esplendor del rococó con el pulso urbano de Buenos Aires.

El resultado: un “rococó sudamericano” tan bello como desconcertante, donde el arte clásico y lo contemporáneo se encuentran en el marco espléndido del Palacio Errázuriz.

La muestra despliega pinturas, dibujos, una escultura, una instalación y un catálogo que funciona como libro-objeto, todo curado por Patricio Orellana y acompañado por un diseño museográfico que convierte al museo en parte de la obra.

Entre espejos, salones y personajes fantásticos, Vecino propone una experiencia visual intensa, inteligente y original.

La artista finlandesa Minna Pietarinen llega al Centro Cultural Recoleta donde presenta una serie de retratos de mujeres referentes en la lucha por los derechos humanos, como Malala Yousafzai, Rigoberta Menchú y Mahsa Amini.

Cada obra se acompaña de un poema y un texto informativo, accesible a través de un QR.

Nací niña es una muestra, organizada por la Embajada de Finlandia y curada por Peppi Stünkel, que combina arte y activismo con una sensibilidad profunda. 

El circuito de diseño y arte cumple 10 años  con más de 80 locales que abren sus puertas en simultáneo. La idea es pasear por las calles de este recorrido y dejarte sorprender por el buen gusto.

A partir del concepto Materia Viva, en esta edición se verán instalaciones, lanzamientos y objetos de autor en iluminación, mobiliario, vajilla, textiles y más.

La movida, que cuenta con la curaduría de la artista visual Laura Saint-Agne, incluye también una colección de alfombras diseñadas por Elementos Argentinos y Alejandro Brave, y obras monocromáticas de Sergio Bosco, en una experiencia pensada para los cinco sentidos.